domingo, 20 de septiembre de 2009

OPINIÓN//QUÉ JOYITAS

RECLAMA LA BANDA PRESIDENCIAL DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA EN LOS PAQUETES DE YUPI.


Pareciera que cada que un colombiano acude a votar en las urnas lo hace conducido por un frenesí emotivo, influenciado desde diversos flancos y no recurriendo a la razón. Aquí no hay ‘pienso, luego actúo’, pues la mayoría de veces siempre hay intereses de unos pocos que conducen a la mayoría a tomar una mala decisión.

 Y todo esto no es una simple crítica por hablar y denigrar de la democracia porque sí, es sólo el resultado que nos deja el hecho de la semana anterior: el ring de ex presidentes.

 Felices eran los periodistas políticos-light  disfrutando en cada reunión que se podía, la eterna confrontación de Ernesto Samper y Andrés Pastrana por aquello del proceso 8.000; pero la pelea estuvo recargada. Los nuevos agregados fueron César Gaviria y Uribe. Eso sí, éste último aunque fue aludido,  siempre tiene a sus borregos para que salgan ensuciarse el trasero por él.  Y el de turno fue el ministro ‘anti-social’ Diego Palacio.

 Las mediáticas acusaciones, que fueron en pro de mantener orgullo y posición política, no habrían trascendido, la verdad; no habrían tenido nada de nuevo, en serio; sino hubiera sido por algunos detalles que allí surgieron. Todos ellos dejan en entre dicho los esperpentos de gobernantes que hemos tenido, aquí un espeluznante decálogo de algunos actos de los que han sido y quien es, Presidente de la República de Colombia.

1. El hecho de que existieran sospechas contra Maza Márquez, ex director del DAS (no deja se sorprender esta joyita de departamento administrativo) sobre sus cercanías con grupos ilegales y que el gobierno Gaviria ignoró “en pro de la captura de Pablo Escobar”.

 2. La acusación de Gaviria a Samper de que el hoy acusado General entró a la campaña de éste a través del relacionista de los narcotraficantes Rodríguez Orejuela.

 3. La sentencia de César a Ernesto de cuestionarle si era de los que “aún lloran la muerte de Escobar”

 4. La supuesta relación señalada por Samper, que existió entre Gaviria y los Pepes.

 5. La simpleza con la que Uribe manejó una reunión de presidentes para ‘la asesoría en las relaciones exteriores’ (en comillas porque está entredicho dicha asesoría) en la que Belisario y Samper apoyaron irrestrictamente a Uribe en sus gestiones, todo para no darle protagonismo a su rival César Gaviria, quien a la reunión había llevado una propuesta detallada de la crisis regional.

6. La cobardía de Álvaro Uribe para responderle de frente las acusaciones a César Gaviria sobre las prácticas politiqueras de su gobierno y como es típico, la desviación del tema.

 7. El ocultamiento de la información sobre los narco-casetes de manos de Andrés Pastrana (quien los recibió) y César Gaviria (el presidente de la época). Y por supuesto, el señalamiento de Samper en ellos, que ya es cuento viejo.

 8. Las relaciones de Virgilio Barco y su favorecimiento petrolero a través de la concesión Barco

 9. La perdida de poder y golpe de Estado a Belisario en plena toma al Palacio de Justicia

 10. La seguridad democrática, sin derechos humanos; el empobrecimiento del país; la pérdida de recursos para salud y educación; los crímenes de Estado y la politiquería vergonzosa del actual gobierno Uribista.

 Las jornadas democráticas son emotivas, que un país salga a votar para elegir un presidente, es bueno; pero dados los hechos, en Colombia hay que temer cada vez que se salga a votar, no se sabe qué ‘monstruo’ terminará vencedor.  

 Por eso, Habrá que esperar a saber quién es el ganador y cuando se conozca, elegir como presidente a otro, el que sea, pues se sabe que siempre el que gana, es perverso. 

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