sábado, 7 de marzo de 2009

OPINIÓN//PIEDAD, POLO: REELECCIÓN ES REELECCIÓN


La mayor confusión chavista-cordobés salió reseñada esta semana en los medios de comunicación, quienes dejaron ver sin más simulaciones sus inclinaciones políticas.

Se trata de la tormenta que surgió con las declaraciones de la senadora Piedad Córdoba en Washington cuando manifestó estar en contra de las reelecciones, dijo que no las apoyaba de ningún tipo.

El inconveniente de las ya conocidas declaraciones en contra de la reelección uribista estuvo en que su nueva afirmación estaba incluyendo la reelección de su “profundo amigo” político, el presidente Chávez.

Un espectáculo mediático se generó con la afirmación. La FM de RCN Radio no vaciló en incluir en su página web la intervención de la senadora y aunque no mencionó al presidente Chávez, malinterpretó la sentencia de Piedad cuando dijo: “Si me ponen a reelegir, reelijo el proyecto”. La senadora liberal se refería a la Revolución Bolivariana y no al régimen anti-social del famoso corazón grande, como lo quiso hacer ver la emisora de RCN.

A la par con La Fm, la web de RCTV reseñó que “la senadora colombiana Piedad Córdoba aseguró (…) que no apoya una nueva reelección del presidente venezolano, Hugo Chávez, ni tampoco la del mandatario de su país, Álvaro Uribe”.

Sin embargo, tanta agitación política no se podía quedar así, y otro medio, ahora del lado opuesto, TeleSur, se fue en busca de la senadora (vaya uno a saber enviado por quien) para conocer de primera mano sus declaraciones, pero Piedad rectificó, o mejor, hizo rectificar.

"Estoy en total desacuerdo con la reelección del presidente Uribe porque en Colombia no existe el Referendo Revocatorio (como sí ocurre en Venezuela) y porque en principio no estamos de acuerdo con el tema de la reelección en Colombia" manifestó Córdoba, que dejó claro su apoyo a la “decisión de los venezolanos el pasado 15 de febrero”.

En definitiva, qué mejor titular para este confusionismo que el de El Espectador: “Piedad Córdoba respalda reelección de Chávez, de Uribe no”.

Pero dejémonos de medios, aunque no de reelecciones, que parecen que a ninguno dice gustarle, pero a todos les sabe tan bien. Como a Carlos Gaviria, el reelecto presidente del Polo.

Y es que se ve extraño ver acompañado del nombre de Gaviria las palabras reelecto y presidente, cuando hemos sabido que no apoya la reelección de Uribe por su inconstitucionalidad y que previo al Congreso del Polo dijo que pensaba abandonar la presidencia para dar paso a otra participación.

Lo que pasó en el Polo fue nefasto. Si hace un tiempo estaban tan cerca de ser la verdadera oposición y convertirse en la opción de gobierno que tanto necesitamos, sus profundas divisiones y ahora esta joyita de la reelección los deja si no descalificados de la contienda, sí con cada vez menos posibilidades.

Sigue pareciendo ilógica la decisión del Polo, que reeligió a Gaviria para “garantizar una unidad” que se acentuó más en división con este designio y además, inconsecuente el hecho de haber modificado un estatuto del partido para que Gaviria pudiera seguir en la presidencia del “independiente” partido. ¿No es acaso muy parecida esa maniobra a la del famoso ‘artículito’ de los uribistas?

Sí, señores del Polo, esa cercanía a la hora cero los tiene nerviosos al punto de llevarlos a tomar este tipo de consensos que los acerca más al modelo dictatorial que quieren imponer los uribistas. Muy cierta la concepción de Petro al afirmar que ahora ya hay dos candidatos-presidente: Gaviria y Uribe. Con este ‘reelecionismo’, el Polo está en deuda con los que en algún momento creímos en que ellos constituirían un viraje político.

Un forista de El País de Cali afirmaba, luego de una entrevista a Gaviria, que Uribe iba a tomar nota acerca de la reelección en el Polo “contra su propia voluntad” (de Gaviria) para justificar la famosa hecatombe. Y es cierto, pues el partido que pensamos era el de la franja amarilla, cayó en el paradigma político del país.

Para ambos, Piedad (a quien le valgo apoyar un proyecto como el Bolivariano, pero sin candidaturas vitalicias) y el Polo reeleccionista, hay que recordarles que no se puede criticar algo en lo que se incurre, es como la doctrina que le criticamos al catolicismo: la de predicar pero no aplicar. Reelección es reelección y con esos mensajes lastimosamente le han dado cabida a la de Uribe.

jueves, 5 de marzo de 2009

RESEÑA//¿MÁS QUE UN DIBUJO ANIMADO?

Luego de 20 años al aire, Los Simpson, la serie animada más vista en el mundo, con una película encima, ya no se puede considerar como un éxito televisivo, sino como un fenómeno cultural del siglo anterior.

 La serie, producida por Gracie Films y Twenthy Century Fox, y emitida en Colombia por Caracol Televisión y Fox, ha  generado toda una industria comercial a su alrededor: pasando por productos audiovisuales, figuras alusivas, ropa y hasta libros en los que no sólo se muestran la síntesis de los capítulos de cada temporada, como en Guía Completa de la Familia Simpson, sino que se hace una investigación exhaustiva de la serie desde el entorno comunicativo, social y cultural; como se registra en Detrás de los Simpsons, un documento analítico y revelador de Juan Pablo Marín Correa, un publicista de la Universidad Católica de Manizales.

 El libro, de obligada lectura para los creadores mediáticos, los sociólogos, antropólogos y fanáticos de la serie, por el impacto de ésta en nuestra sociedad; cuenta con 191 páginas de carácter argumentativo, enmarcadas en tres capítulos, que muestran aspectos puntuales de la serie, éstos, a su vez, cuentan con varios artículos relacionados con el capítulo en el que están incluidos.    

 El primer capítulo, llamado Espacios, temporalidades y relaciones plásticas, se centra en describirnos minuciosamente la sociedad en la que vive la familia favorita de América. “El Springfield de Los Simpson es una metáfora del pueblo estadounidense, es la representación del ciudadano promedio”, considera Andrés Calle Noreña, colaborador del libro y profesor de la Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales.

 Respecto a la fisonomía Simpson, el profesor Calle Noreña cree: “Hay un estilo original y creativo de los libretistas, pues el referente de dibujo animado que se tiene en la cultura norteamericana es el de Disney con lo armónico y lo bello. Los personajes no conservan figuras del norteamericano blanco común, sino que se asemejan al mestizo”.

 Por tal, se osaría hablar de la presencia de latinos en la cultura Simpson, más que todo por la proximidad geográfica. Pero no sólo los vecinos del sur están allí incluidos, pues, en otra contradicción de tiempo, la serie visualiza lo que puede ser el futuro de Estados Unidos. “Dentro de 50 años, empezando por el fenómeno actual de Obama, el prototipo norteamericano va a cambiar completamente, por la cantidad de inmigrantes existentes actualmente”, agrega Andrés Calle.

 Uno de los más importantes análisis de este apartado es la relevancia, más de la que se cree, de la Planta Nuclear en la que labora Homero Simpson. Para el autor del libro, ésta es el polo o centro de desarrollo de la sociedad de Springfield, que está supeditada a ella.

 Pero sin lugar a dudas, el artículo El hombre que mató al oso, dentro de este primer capítulo, es el más revelador, pues da a conocer la ideología Simpson implícita, incluyendo críticas y alabanzas a los modelos del comunismo y el capitalismo. Marín Correa hace varias develaciones sobre el fundador Jeremías Springfield, que a más de un seguidor de Los Simpson lo dejará perplejo. El profesor Calle Noreña considera que en la sociedad de Springfield, al igual que en la estadounidense “se idealiza un pasado para justificar aspectos del presente”, en los que caben las mentiras.

 En el siguiente capítulo, Prototipos, paradojas y funciones, el libro describe paso a paso aspectos relevantes en la serie, que una audiencia netamente consumista de entretenimiento, no ha detallado. En primera instancia se realiza una breve descripción sicológica sobre los integrantes de la familia Simpson y sorprendentemente sobre el señor Burns, como amo y señor del poder maligno en la sociedad, que aunque no se menciona en el libro, no tendría lejana una comparación de los apellidos Burns y Bush. 

 El posterior análisis es una paradoja sobre la forma de vida de Homero Simpson, quien, aunque no tenga un título, no sea brillante intelectualmente, y tenga una abultada familia por mantener, vive plácidamente. Consume rosquillas y cerveza con sus pocos amigos todos los días, se da el lujo de tener una gran casa, dos carros y asiste a cuanto partido, evento, concierto o feria se le antoje.

 Bart no es tan malo como Lisa, es el nombre del apartado final de este segundo capítulo. El nombre de éste es de por sí revelador, pues el travieso niño Simpson siempre se ha considerado como el rebelde sin causa. Pero allí hay algo más. Bart es el rebelde del statu quo que pretende mantener Lisa desde su ideología norteamericana. Vale la pena, desde cada punto de vista, sentar posiciones personales sobre este polémico texto.

 El capítulo final Modelos, poderes y mediaciones es una vista a vuelo de pájaro de los actores externos a la familia Simpson que la influencian sobremanera. El análisis parte con subtítulos como: el manipuladorcillo Ned Flanders, donde se devela la verdadera intención del vecino odiado por Homero, siendo un hombre defensor del statu quo, el señor Burns, un reptil opresor, dando fe de capítulos anteriores donde se le concede la plenipotencia al jefe de Homero, Wonderful Duffs, en el que se muestra sólo una parte de la intención de consumo capitalista que pretende criticar la serie, Krusty, Ithcy y Scratchy y McBian Trade Mark TM y La estrella mediática Kent Brockman y los mass media, donde se genera una función metalingüística es decir, el mismo medio, la televisión, se visualiza a sí misma con la representación de productos mediáticos y su importante función en la sociedad.

 El autor del libro no deja una posición clara sobre si existe o no una intención de los libretistas-creadores de la serie, pues deja a juicio de cada lector de su obra la conclusión sobre si cada secuencia de Los Simpson tiene una representación e intención de mostrar una realidad, o sólo es producto de un éxito mediático. El profesor Andrés Calle Noreña sienta su posición: “Los Simpson pueden ser entretenidos e inocuos para un lector incompetente, una persona desprevenida. Pero como el programa está tan bien hecho, para quienes tienen mayor información para realizar una crítica, pueden hallar en la serie una manera de confrontar la ideología de Estados Unidos”.

lunes, 2 de marzo de 2009

CRÓNICA LITERARIA//LA RODANTE DEL MONTÓN

Volando en un aire poco alto, hasta donde la fuerza de su impulsador la lleve, gira incesante esperando no tocar prontamente el piso y así seguir esa rutina que la mantiene activa y le da significado a su banal existencia.

Comprimiéndose tanto como pueda, hasta cambiar su forma esférica, esa a la que su estresado manejador recurre para liberar las energías acumuladas por el trajín diario, llega a sentirse útil a pesar de ser un objeto más de aquel amo, a quien no le gustan las mascotas y ha visto en esta desgastada esfera un tranquilizante que no tiene que tomar ni aplicarse.

Su cobertura está desgastada, tanto impulso y golpe en la pared la han decolorado, le han suprimido ese tricolor con el que fue forrada, pero a la vez le han dado experiencia frente a esas fulanas, similares a ella, que aún permanecen en los almacenes, sin haber vivido nada nuevo, sin poder ser apretaditas por las manos humanas, ni ser alzadas al aire, sólo como objetos de exhibición que de vez en mes aprietan las vendedoras para ver si logran cambiar de vida y vivir con los amos.

El mejor momento es sin duda la noche. La compañía irrestricta de su amo, quien la tiene como compañera fiel para liberar el estrés, adquiriendo una gran importancia para él, le hace subir el ego, como cual argentina elitista se siente la reina de las pelotas cuando él, sí, el gran ser humano sólo dispone de ella, convirtiéndose por momentos en la generadora de diversión y relajación de alguien sin duda muy superior a ella.

Pero la magnificación que sentía, como debió sentirlo la Tierra en los tiempos de Ptolomeo, se desvanece al aparecer un Copérnico, eso que hace ver que la esferita predilecta no es el centro del universo y que su amo por ser un humano tiene más compañeros, humanos y no-humanos, que cumplen iguales o más importantes labores que ella.

Ahí cuando piensa eso es q pierden sentido muchas cosas en su temporal feliz existencia. No sólo en el día es un ente que no cumple ninguna labor, sino que en la noche es una más de las colaboradoras de su amo. Cuando sabe que es la otra, o mejor, una de las otras, muestra rebeldía. Ya no quiere volver a los brazos de su amo cuando éste arroja a la pared; prefiere quedarse en el gélido piso antes que volver a una ilusión falsa.

Sin embargo, el amo no se percata de lo que ocurre, ve normal que la pelotica esa no vuelva a sus manos, la levanta y sigue arrojándola, en aras de su diversión y desestrés. Pero eso lo cansa y después de tanto utilizarla, se va a dormir y la deja pasar la madrugada en la denigrante baldosa, donde pierde sus ínfulas de élite y empieza su existencia opaca donde se ve de igual a igual con esos personajes con los que tiene que convivir, mientras su amo no la usa.

Está convencida de que va a imperar su dignidad y así le toque quedarse sin los privilegios que le da el humano, entre ellos apartarse del piso o volar alto, quiere independizarse, perderse del que la engañó para no ser la del montón.

Amanece y la rodante se empieza a cruzar con la mugre del piso, con las laboriosas hormigas, con las pequeñas bacterias y con todos aquellos seres del suelo que viven allí, independientes del traicionero humano.

No es fácil poderse relacionar, su otrora discriminación por creerse la preferida le había causa enemistades en ese inframundo y ahora esos seres, que ven en lo humano y todo lo que lo represente un enemigo natural no quieren recibir a la esfera decepcionada. El día como siempre se hace muy difícil pero ahora el descontento es mayúsculo porque sabe que en la noche las cosas no van a ser como antes.

Pasa el día entre pensamiento y reflexiones, rodando independiente a costa de sus actos y en un momento quiere perderse, no volvérsele a aparecer a su dueño para estresarlo y cobrarle el engaño. Pero no.

Sabe que si se pierde estará peor que esas jóvenes compañeras de los almacenes y prefiere, aunque sea una más del montón, ¡si señor!, estar volando, comprimiéndose al son de su dueño y ser ese boomerang que libera el estrés. Finalmente fue concebida para ello, no puede esperar más.

OPINIÓN//PASE LO QUE PASE, NO VOTAR POR ‘EL CALCO’


Generan consternación y alarma conocer los datos de las primeras encuestas presidenciales, como la de Yanhaas, en las que el payasito del régimen, Andrés Felipe Arias, encabeza la intención de voto con un 19%.

Puede que sea muy temprano para establecer que será Arias el elegido para encabezar la era post-uribista sin pero con Uribe, es decir, ese momento en el que se va este presidente de la mancillada Casa de Nariño, pero sigue mandando a sus borregos como marionetas desde cualquier lugar recóndito de la política; pero es que da desconsuelo que alguien como este payaso conservador sea la continuidad del ya antidemocrático régimen en el que estamos sumergidos.

Y es que existen tantas razones para descalificar a este hombrecillo de la contienda electoral a la presidencia, que hacen ver a personajes como Juan Manuel Santos “dignos” de alcanzar la jefatura de Estado, antes que un calco de Uribe y mal funcionario como éste.

Empecemos por el ya repetido caso de Carimagua, que para algunos puede ser trasnochado. Pero cómo olvidarlo por la irracionalidad del ex jefe de la cartera, que se supone está en beneficio de los agricultores (y más en este caso desplazados afectados por la absurda violencia), a quien se le ocurrió entregar un territorio que era propiedad del Estado en concesión a un empresario palmicultor, luego de que meses antes para ganar afectos y adeptos, el calco había prometido estas tierras para una población desplazada de la región.

Con esta corrupción, típica de los régimenes neoliberales que quieren vender el Estado completo, cómo confiar en alguien que prefiere que un acaudalado empresario acumule más riqueza explotando este territorio, que dárselo a personas que no tienen ni siquiera un lugar dónde vivir, para que puedan cultivarla y tenga un mínimo sustento.

En actos tan simples como éste, que como es típico en Colombia si no se denuncian no se conocen, es que nos damos cuenta que este filipichín de Arias es otro de los furibistas que creen que el cuento del ‘Corazón Grande’ sólo fue parte de un eslogan y no una verdadera política gubernamental, como algunos ingenuos llegaron a pensar.

Pero el calco no sigue a su ‘comandante en jefe’ sólo en el desprecio por la inversión y la justicia social; también lo hace dentro de esa visión retrograda del conservatismo, que en contravía al mundo entero que va camino a la búsqueda de más libertades, está reviviendo en Colombia de mano del régimen actual.

Esa lucha entre derecha e izquierda, en la que por culpa de las Farc la primera sale vencedora, ha causado una resurrección de la política goda donde se enmarcó el joven calco uribito, quien quiere ser presidente representando a un partido anticuado y sin visos de renovación, amparado en un fortalecimiento logrado por la sucia burocracia del actual gobierno.

No contento con ser el candidato de la no inversión social, el que quiere seguir la guerra (siendo una de sus pasiones, como cuando afirmó en Semana: “Creo que en otra vida fui militar y hasta peleé en guerras”) y la copia descolorida de Uribe, ha violado vilmente la constitución.

Tan elemental como la participación en política. No de hace pocos meses cuando los palaciegos de RCN lo entrevistaron, siendo aún ministro, para que opinara de política; sino mucho antes, cuando sin ser parte de sus funciones, ‘politiquió’ con la famosa camisetica del “No al despeje” sin ser una de sus funciones como Ministro de Agricultura, utilizó parte del aparato estatal para hacer política, aunque eso no es nuevo, pues si ya hubo reelección…

Además que puede ser más antidemocrático para un país que elegir como presidente a un sujeto que jamás en su vida se ha sometido a una contienda en las urnas y que lo que ha logrado, su fuerza política actual, ha sido a partir del clientelismo y la política barata de Uribe, quien a falta de él en 2010 lo quiere ungir por su extravagante parecido.

Pero si los colombianos, tal y como utilizan la democracia para elegir lo peor del abanico electoral, convierten a este señor Arias en su presidente, no habría que escribir en la historia que es el jefe de Estado número 41 de la República de Colombia porque sería el títere del perpetuo presidente Álvaro Uribe.

Es por eso que echados a la suerte, de que el destino no lo quiera, no haya renovación política, por lo menos que la única plaga que no nos caiga sea tener a este calco payaso de Andrés Felipe Arias viviendo muy lucidito en la Casa de Nariño. A todas estas, ¿qué pensará Antonio Nariño, desde donde esté, de los horrorosos ocupantes de su casa?

ENTREVISTA//DE FRUSTRADO DEPORTISTA A EXITOSO PERIODISTA


En los estudios de Noticias Caracol existe cierto respeto por una de las figuras más importantes de la televisión colombiana, Javier Hernández Bonnet, uno de los periodistas deportivos más importantes del país, tanto en radio, cuando trabajó allí, como en televisión en la actualidad. Su amabilidad, característica de la tierra cafetera, de donde es oriundo (manizaleño de nacimiento), y la sencillez por encima de todo se traduce en el cariño y al tiempo la sabiduría que inspira en sus compañeros de trabajo: reconocidos presentadores del noticiero como Jorge Alfredo Vargas, María Lucía Fernández y su compañero de deportes Ricardo Orrego. En la cafetería de los estudios de Noticias Caracol, tomando un pocillo de café,  Javier Hernández Bonnet habla de su trayectoria, de los medios y de fútbol.  

RICARDO GONZÁLEZ DUQUE: ¿Qué motivó a Javier Hernández Bonnet para ser comentarista deportivo? 

JAVIER HERNÁNDEZ BONNET: Fue más la afición por el deporte. Yo fui un futbolista frustrado y un ciclista frustrado y como no pude sobresalir en la actividad que pretendía, terminé hablando de lo que no pude hacer y comentando sobre los que no se frustraron y sobresalen como figuras.  

RGD: ¿Cómo fueron esos inicios en el deporte?

JHB: Yo nací en Manizales, pero a mi padre lo trasladaron a Medellín. Allí empecé a practicar fútbol y a montar en bicicleta. Alcancé a jugar en la primera C de la Liga de Antioquia y cuando me dio la fiebre por el ciclismo corrí algunos intercolegiados, ninguna competencia de talla. 

RGD: Con esta frustración en el deporte, ¿cómo empezó su carrera periodística?

JHB: Fue de accidente. Me fui a Manizales y un primo me presentó a un muchacho de apellido Montes que trabajaba en Transmisora Caldas y era el operador de la noche. Como en la ciudad había el cuento de que en la emisora asustaban y él era muy temeroso, preparaba tertulias mientras estaba en el turno. En una de esas tertulias, que se hacían en el radioteatro que tenía Transmisora Caldas en las torres de Chipre, terminamos en una especie de festival de talentos: algunos cantaban, recitaban, transmitían toros y yo narré un partido de fútbol imaginario. Esa fue la cuota inicial.

RGD: ¿Por qué la cuota inicial?

JHB: Porque días después inició un torneo de reservas en Manizales y había necesidad de un narrador, pues el narrador oficial de la emisora que era Óscar Mejía, tenía un negocio de venta de carros y estaba ausente para el torneo. Me llamaron a mí y ése fue mi primer contacto.

RGD: Estando en Manizales, ¿por qué regresa a Medellín?

JHB: A los seis meses de estar en Manizales, Javier Giraldo me dijo que en La Voz del Río Grande estaban necesitando alguien que hiciera camerinos, me recomendó con Jorge Eliécer Campuzano y me presentó a quien ha sido mi mejor amigo toda la vida y un gran maestro. Con él empecé a compartir gran parte de mi carrera.

RGD: ¿Qué cree que hizo tan famosa esa sociedad suya con Jorge Eliécer Campuzano?

JHB: Yo creo que la amistad. Básicamente el que respetuosamente nos queríamos, en la vida privada compartíamos muchas cosas y siendo amigos transmitíamos a la gente esa afinidad.

RGD: Cuando estaba en La Voz del Río Grande de Todelar Medellín, ¿qué sentía usted al lado de su grupo de trabajo cuando le ganaban una primicia a Wbeimar Muñoz?

JHB: De eso sí que hay muchas historias…

RGD: Una de ellas…

JHB: En 1976 llegó Zubeldia al Nacional, yo llevaba año y medio en la radio. Zubeldia era un tipo muy hábil y él empezó a recibir ‘palo’ de Wbeimar y se vio en la necesidad de crearle un rival. Entonces empezó a darme cartilla a mí, además de que nos daba noticias. En Medellín existía una gran devoción por la ‘chiva’, más que por la opinión, importaba más el hecho de llegar o saber primero la noticia que el cómo desarrollarla. En este ir y venir, Zubeldia, sinceramente, nos empezó a manipular a ambos, porque aunque nosotros “chiviábamos” a Wbeimar diciendo quienes se iban de Nacional, Zubeldia en enero le daba a Wbeimar la lista de quienes llegaban.     

RGD: En el sub20 de Uruguay, usted sufrió una alergia que lo tuvo internado en una clínica de Paysandú ¿cómo sucedió eso?

JHB: Tenía un dolor de cabeza que me obligó a tomar mucha Aspirina que me causó un cuadro alérgico y me llevó a una urticaria gigante que se empezó a desarrollar en la laringe. Fui perdiendo respiración y terminé hospitalizado. Campuzano me tenía que llevar cargado a las transmisiones.

RGD: Posteriormente, ¿por qué decide dar ese segundo gran paso para irse a Bogotá?

JHB: En Bogotá a mí me habían ofrecido muchas veces trabajar como comentarista en Radio Continental de Todelar. Dos o tres años seguidos yo venía los diciembres, me gotereaba a Germán Tobón, me iba con los discos de último impacto que regalaba Todelar, le quedaba de contestar el 15 de enero y ese día le decía que yo no estaba preparado para venirme. Cuando finalmente llegué, había perdido cinco o seis años de figuración nacional.

RGD: ¿Cómo fue la entrada al Noticiero 24 Horas?

JHB: Yo tenía un contrato con RCN en Bogotá, pero los domingos viajaba a acompañar a Campuzano. Para ese entonces yo era corresponsal del Noticiero Cripton en Medellín y César Augusto Londoño salía de 24 Horas para TVHoy. Sergio Arboleda (del Noticiero 24 Horas), le dijo a Alejandro Montejo (de Cripton) que necesitaba un nuevo presentador de deportes por la salida de Londoño. Montejo me ofreció y me contactó con Sergio Arboleda para que me presentara donde él a mi paso por Bogotá para el suramericano juvenil en Argentina. Yo no me presenté en 24 Horas y seguí derecho, yo le tenía alergia a Bogotá, no me gustaba.  

RGD: Entonces ¿cómo lo convencieron?

JHB: Me vine de Medellín porque me cansé de un problema técnico que tenía en RCN, cuando llegué a Bogotá me empecé a arrepentir, me ofrecieron una suma de dinero y yo no acepté, eso me ganaba en Medellín. Así que empecé a pedirle cosas para que me dijera no. Que mis hijos, que la educación, que el trasteo y a todo me dijo sí. Me acorraló y di el paso para llegar a 24 Horas.

RGD: Estando en Bogotá ¿considera que fue oscuro su paso por Antena 2 junto a Carlos Antonio Vélez?

JHB: Hoy con orgullo tengo que decir que entre Francisco Restrepo Arroyave y yo, empezamos a montar Antena 2 y que la idea de contratar a Vélez (Carlos Antonio) y a ‘Pache’ (Andrade) fue de nosotros. Sólo que cuando ellos llegaron, el que es hoy presidente de RCN no me incluyó en la promoción del proyecto, sabiendo que yo era uno de los impulsores del mismo, así que renuncié.  

RGD: ¿Allí abandona definitivamente la radio?

JHB: No, yo entro a Colmundo y estuve con el ‘gordo’ Iván Mejía un tiempo. Finalmente, de una manera coincidencial, Caracol y RCN me llamaron el mismo día. RCN para ofrecerme ser gerente de deportes y Caracol para que fuera el director de Radio Deportes.

RGD: Usted aceptó Radio Deportes…

JHB: Acepté Radio Deportes porque veía más juego profesional allí.

RGD: ¿Cómo fue la experiencia como jefe de prensa de la selección Colombia en Estados Unidos 94?

JHB: Por supuesto que muy triste. Fue una experiencia en la que aprendí a identificar entre el periodista, que está al servicio de la comunidad y el comunicador que está al servicio de una parte, en este caso la Federación y la Selección Colombia. Muchas cosas que pasaron allá siempre las tuve que guardar respondiendo a la confianza que me dieron para el cargo.

RGD: ¿Qué encontró, corrupción, malos manejos…?

JHB: Allá lo que hubo fue una desidia de los jugadores de fútbol. Con un ejemplo le voy a cristalizar cómo era la selección: se murió el hermano del ‘Chonto’ Herrera y todos los jugadores estaban en un mismo piso, el capellán ofreció celebrar una misa en la habitación del ‘Chonto’ quien estaba afligido, y no fue ningún jugador de la Selección, a excepción del ‘Chicho’ Serna y Óscar Cortés. Eso refleja el desinterés colectivo en la selección. Los jugadores nunca antes habían visto tanta plata y cada jugador se interesó por lo suyo.  

RGD: ¿Y los casos de indisciplina dentro de la concentración?

JHB: No es cierto que en esa selección se haya bebido, ni que ‘El pibe’ se haya volado. Él salía todas las noches, sí, y cenaba con su familia en un restaurante que había al frente del hotel y de ahí, volvía a la concentración. El único jugador que bebió en esa selección fue el ‘Tino’ Asprilla que puso sobre la mesa de noche una botella de whisky y dejó la puerta abierta. 

RGD: ¿Usted cuándo vuelve a los medios?

JHB: Yo volví a los medios apenas eliminan a la selección. Fue hasta simpático lo que pasó en esa copa del mundo, porque se presentó un distanciamiento entre Perea (Édgar) y Peláez (Hernán). Caracol me llamó y tuve la gran oportunidad de transmitir la final de esa copa del mundo. 

RGD: Posteriormente ¿cómo se da su ingreso a Caracol Televisión?

JHB: Para ese momento había tenido un paso exitoso por el Noticiero Nacional y una importante aparición en el Noticiero En Vivo, que estaba igualando a CM& en audiencia. Yamid Amat quiso que yo viniera, pero yo no quería, porque entendía que el tema del canal era muy complicado, estaba muy contento en mi labor de radio y como no quería dejarla dije no a lo del canal. Sin embargo, posteriormente negocié y empecé a presentar deportes en los estelares de Caracol Noticias.  

RGD: Teniendo la oportunidad de estar en ambas ¿cuál prefiere, radio o televisión?

JHB: Para mí la radio es más divertida. En mi carrera he tenido la oportunidad de  conocer las dos y para mí la radio da prestigio, la televisión da imagen.

RGD: Posteriormente ¿por qué aceptó ser presentador de Día a Día?

JHB: El nuevo presidente de la compañía era Paula Laserna y estando yo de vacaciones me llamó para que colaborara presentando el programa, debido a que Jota Mario no iba más en el canal. Quizá el hecho de que lo hubiera reemplazado unos días que él estuvo ausente, motivó a Paulo para que yo presentara el programa y yo no le podía decir que no al recién llegado presidente.

RGD: ¿Le dio temor perder su credibilidad como comentarista deportivo?

JHB: Mucho temor. Pero descubrí que la sección de las siete de la noche empezó a ganar audiencia y en los estudios que se hicieron se encontró que las señoras, que antes apagaban o cambiaban cuando empezaban los deportes, ya veían una cara familiar que las acompañaba por la mañana.

RGD: Siendo Día a Día tan exitoso en ese tiempo ¿por qué se retiró de allí?

JHB: Porque fueron tres años continuos y ya estaba cansado, la levantada a las cuatro de la mañana no era fácil. Siempre he creído que el mejor sueño, el más reparador, es el que se da entre las cuatro y las seis de la mañana.

RGD: Actualmente, ¿ha considerado salir de Noticias Caracol para trabajar en FPC como se rumoreo?

JHB: No. Allí lo que se presentó fue un mal entendido. Me presentaron un proyecto que me gustó, un canal deportivo las 24 horas. No sé por qué razón el tema se filtró, pues nunca se presentaron ofertas.

RGD: ¿Quién realizaría este canal deportivo?

JHB: El grupo mexicano Telmex, sería un canal sólo por cable. No sé por qué aún no han desarrollado la idea.

RGD: Esta trayectoria de casi treinta años usted la ha realizado sin necesidad de ser un periodista de la academia ¿cree que hoy por hoy es necesario acudir a las aulas para ser periodista?

JHB: Yo creo que es necesario. Es parte fundamental de la preparación, la academia no se puede descartar, pero también es importante el medio y lo digo por la cantidad de muchachos que vienen a practicar; en los últimos años muy poquitos se han quedado, porque una de las grandes dificultades que tiene la generación de hoy es que la gente se afana muy poco y está simplemente establecida en los horarios.

RGD: A su hijo lo vimos como reportero de Noticias Caracol en la Copa América y actualmente en FPC Medellín ¿usted lo está perfilando como su futuro reemplazo?

JHB: Él es el que tiene que decidir si es o no el futuro reemplazo. Uno da las oportunidades, nada más.

RGD: ¿Qué se necesita para ser un buen comentarista deportivo?

JHB: Estar dedicado las 24 horas al tema, preguntar mucho. Los seminarios todos son muy buenos, pero la mejor manera de uno nutrirse es sacar tiempo para tomarse un café con gente del fútbol.

RGD: ¿Considera a la televisión por cable una competencia para los canales privados?

JHB: Necesariamente los canales deberán atenderla como una competencia, porque el sólo hecho de que en la Fórmula 1, cuando estuvo Juan Pablo Montoya, por año se haya ido en publicidad colombiana al exterior cerca de un millón y medio de dólares quiere decir que está abriendo una brecha.

RGD: Hablando de la televisión por cable ¿por qué usted no hizo parte de Los Tenores del Fútbol de Fox Sports?

JHB: Primero, porque mi contrato me lo impide y segundo, a pesar de que Guillermo Díaz me ofreció estar en el proyecto, hay algo que a mí moralmente me impide y lo digo sin ningún tipo de tapujos, yo no compartiría con Carlos Antonio Vélez alguna tarea, fui muy amigo de él, pero él de gestos de amistad y respeto por los amigos sabe muy poco. 

RGD: Hablemos de fútbol, ¿Se deben tener en cuenta jugadores como Iván Ramiro Córdoba, Mario Alberto Yépez y Juan Pablo Ángel?

JHB: Siempre serán jugadores vitales, sobre todo para jugar una eliminatoria. La experiencia es fundamental, más cuando los defensores mencionados cumplieron en la eliminatoria con lo que se le pide a un defensor, que no les hagan goles. Fuimos las dos defensas menos vencidas en las últimas eliminatorias.

RGD: ¿Cree que Colombia puede volver a tener ese fútbol glorioso de los 90?

JHB: Eso fue un tema generacional y esa generación se demorará mucho en reaparecer. Mientras tanto tenemos que apelar al profesionalismo, porque si bien todos eran talentosos, no eran tan disciplinados, estos son menos talentosos, pero más disciplinados.

RGD: ¿Qué se necesita para llegar a ese complemento?

JHB: Se necesita que los equipos inviertan en inferiores y traten al jugador como profesional y no que le cancelen el contrato apenas ocurre una eliminación.

RGD: ¿Qué jugadores pueden ser claves para esta Selección Colombia?

JHB: Falcao y Wason Rentería. 

RGD: ¿Por qué cree que no fuimos ni a Corea-Japón 2002 ni a Alemania 2006?

JHB: Porque se improvisó en lo logístico, hubo recelos entre directivos y jugadores. Además, sin necesidad de decir que perdieron por gusto, creo que no hubo la suficiente motivación. Había jugadores que estaban actuando en las eliminatorias y les debían los premios de la Copa América y cada que cobraban decían que no había plata, sin embargo, los aviones estaban con cincuenta y sesenta personas invitadas por la Federación.

RGD: En el paso de estos años, a su vida han llegado personas que han marcado su trayectoria, ¿cómo define a cada uno de estos personajes?,Javier Giraldo Neira

JHB: Maestro.

RGD: Jorge Eliécer Campuzano

JHB: Mi gran amigo.

RGD: William Vinasco

JHB: Un socio ideal.

RGD: Iván Mejía

JHB: Lo admiro porque es el más estudioso de todos.

RGD: Carlos Antonio Vélez

JHB: No tengo cómo calificarlo. Me parece que es una persona que pudo haber sido distinta.

RGD: Ricardo Orrego

JHB: Un dedicado a la profesión.

RGD: Valeria, su nieta

JHB: Una maravilla, una luz en el camino.

RGD: Sofía, su hija

JHB: Una nueva ilusión, apenas tiene un mes y medio.

RGD: Finalmente, ¿hay Javier Hernández Bonnet para rato?

JHB: En el periodismo no sé, pero en otros proyectos de la vida, de pronto sí.